En Junio del 2020 inicié con este loco proyecto que se llama Antojitos Tita, empecé con poco dinero, pero con la invaluable ayuda de mi familia y amigos... Sin embargo me hacía falta mucho, como por ejemplo, dinero para comprar empaques de calidad, capacitación sobre temas de emprendimiento, (por ejemplo, me costaba mucho poner mis precios), y me sentía bastante insegura en cuanto a eso de la cocinada, pues nunca antes lo había hecho... Sin embargo, a pesar de todo, quería continuar con esta iniciativa, sobre todo porque ante la falta de trabajo, el tener un ingreso (por mínimo que fuera) me hacía sentir mejor conmigo misma.

Fue entonces que tuve contacto con el programa Usura Cero. El programa en sí es bastante bueno, y ha sido de mucha ayuda para las emprendedoras del país, pues da pequeños préstamos a grupos solidarios (conformados por mujeres) y con intereses muy bajos (en mi caso por un préstamo de 6 meses pague 2 dólares de intereses), así que me decidí y solicite dos veces el préstamo, los cuales me fueron concedidos... sin embargo en mi caso no fue una buena idea.

¿Qué paso?

Básicamente tres cosas:
  1. Mi negocio era muy nuevo como para soportar la carga de pagar un préstamo (aún cuando las cuotas fueran bastante bajas)
  2. El tener dinero para gastar en insumos no implicaba que yo hubiera aprendido a manejar un emprendimiento, cobraba menos de lo que debía y gastaba de más (sobre todo porque desperdiciaba demasiado material, y hacía postres a lo loco sin hacer un análisis de costo antes).
  3. Y por más paradójico que suene, el monto aprobado era menor al solicitado, lo que significó que a pesar de enjaranarme, no pude comprar todos los materiales que necesitaba para poder cumplir con lo planificado en el plan de negocios.
Así que cuando pagué mi última cuota tome la decisión de no volver a pedir un préstamo, y trabajar con los pocos medios disponibles, y me siento mucho más tranquila y relajada.

¿Significa eso que tomar un préstamo es malo?


Nada que ver... cuando uno tiene un negocio ya establecido, y al solicitar el préstamo le dan el dinero total solicitado, de tal manera que permite cubrir el presupuesto planteado en el plan de negocio, es una buena opción para fortalecer tu empresa.

Y como nos dicen en el Blog del banco BBVA, deberíamos analizar al menos cinco puntos antes de decidirnos a tomar un préstamo:
  1. Situación Financiera, ósea, tener con qué cubrir las cuotas en caso de que se presente algún contratiempo.
  2. Fijarnos en las cuotas, los plazos de pago y los intereses, recuerden que mientras menor sea la cuota, mayor será el plazo y pagaremos más intereses.
  3. Cualquier incumplimiento dañará nuestro récord crediticio.
  4. Capacidad de pago, no es solo que tengamos a qué recurrir para pagar el préstamo, sino que la cuota que nos den sea pagable en base a nuestra situación financiera.
  5. Las condiciones propias del préstamo, como por ejemplo, si deberás tomar un seguro de vida obligatorio, o cuanto se cobrará de mora, o la fecha de corte.
Si las cosas van bien, quizá el próximo año vuelva a analizar la opción de tomar un préstamo (como les digo, me gustó el programa), pero de momento estoy disfrutando la tranquilidad de no tener que pagar una cuota a la semana.