Hace unos cuantos años, antes de que me enfermara y verme obligada a cambiar de actividad, estuve por 10 años trabajando en el Centro de Educación Alternativa Rural - CEAR TELPOCHCALLÍ, un centro administrado por INPRHU - Somoto en la región de Totogalpa.


Aunque al inicio empezó como un centro de capacitación únicamente para campesinos, poco a poco me fui dando cuenta de que también había jóvenes en la ciudad que necesitaban desesperadamente de una mano amiga, así que como directora del centro, y en coordinación con el resto de docentes decidimos abrir nuestra matricula para jóvenes de escasos recursos de las ciudades de Totogalpa, Ocotal y Somoto.

Recuerdo que allá por el 2011 me encontré a Ernesto un día que había sido expulsado de clases por oler a alcohol y haber llegado tarde, cuando lo vi, y le llame la atención, he de confesar que esperaba que todo lo que me dijera fueran excusas... pero me sorprendí gratamente al darme cuenta de que era todo lo contrario.

Ernesto Ramírez


Ernesto nació en uno de los barrios más pobres de la ciudad de Somoto en el año 1990, debido a la falta de oportunidades y a la inmadurez se había metido en una de las pandillas que estaba naciendo en la ciudad.

Según su propio testimonio hubo un momento en que se dio cuenta que esa vida no era para él, y decidió cambiarla... Dejo la pandilla (lo que hizo que fuera golpeado en múltiples ocasiones como modo de presión), y entro a estudiar al CEAR Telpochcallí.

Durante todos los años que tengo de conocerlo me ha sorprendido la humildad y deseo de trabajar que tiene Ernesto, razón por la cual se gano un viaje a Perú como voluntario y con ayuda del equipo técnico y docente del centro pudo crear su plan de negocio.

En un principio no estaba seguro de qué negocio le interesaba montar, pero una vez que empezó con el diagnóstico de necesidades de su sector, la lluvia de ideas, el FODA y todas las herramientas que incluye un plan de negocios, se decidió por un taller de Bicicletas.

Taller de Bicicletas Ramírez.

Por esa época, el organismo que financiaba el proyecto (Taller de Solidaridad) estaba interesado en apoyar planes de negocios de Jóvenes en situación en riesgo, y Ernesto era uno de los candidatos, durante tres meses trabajo en conjunto con el personal de INPRHU en la elaboración de su plan de negocios y se le logró financiar... 

En Junio del 2016 se le aprobó su primer crédito, lo que le sirvió para comprar sus primeras herramientas y algunos repuestos.

A dos años de iniciado el negocio, y después de 5 créditos, cuenta con un stock de herramientas que llega casi a los mil dólares y un inventario de repuestos valorado en casi 300 dólares...

Como todo pequeño empresario ha tenido problemas con socios, con ventas, etc., pero la hacer el balance se siente bastante satisfecho, pues tiene una vida limpia y es un miembro valioso de su comunidad, que incluso, en época de mayor movimiento contrata a otros jóvenes del barrio...

Ahora paso de ser un dolor de cabeza para su madre, a ser su motivo de orgullo, y es el apoyo de sus hermanos y de su nueva pareja... Ahora por fin tiene lo que siempre había soñado, una vida normal, y una familia por la cual luchar.

En cuanto al negocio, tiene grandes sueños para el futuro, como por ejemplo comprar más herramientas, y brindar otros servicios en el taller.

Si quieren contratarlo o apoyar su sueño de salir adelante, pueden contactarse con él a través de facebook o llamarlo al teléfono 00 505 8501 9534