Cuando cumplí 12 años mi mamá me regalo mi primer diario, era hermoso, parecía un libro antiguo chino, con la portada en rojo con florecitas y refuerzos en cuero, y antes de dejar que escribiera algo, contó la historia de mis primeros doce años, con datos como, por ejemplo: Que me habían regalado en mi primer cumpleaños, la fecha en que había adquirido mi primer pareja de conejos, o cuando compramos una refrigeradora en mi casa... Datos que llenan una vida, pero que a lo largo de los años, si no estuvieran escritos no los recordaría... 

Durante toda mi adolescencia escribí en las páginas de ese diario mis delirios románticos, más propios de telenovelas mexicanas que de la vida en un país como el que vivo,y ahí anote quién me dio mi primer beso, o mis fallidos intentos por aprender a tocar guitarra... 
Con el tiempo también encontré  el diario que mi mamá llevo cuando estaba embarazada de mi, lo que me ayudo a tener la historia de mi vida completa.

Hace algunos años empece a escribir este blog, con la idea principal de que tratara únicamente de mis movimientos geográficos, abri otro para mi vida política y otro para mis viajes espirituales... sin embargo, poco a poco, me fui dando cuenta de que era descabellado para mi (con lo desordenada que soy) tener tantos blogs sobre mi, blogs unidimensionales que no me permitían retratarme a mi misma como era en la realidad, y fue así como nació cronicas de una pata de perro.... algo más que un blog de viajes, donde han encontrado cabida desde la vida política de mi país, mi obsesión por los zapatos y las carteras, mis gustos literarios y televisivos, algunas reflexiones  y noticias... y todavía me parece increíble, que tantas cosas quepan en una sóla vida... pero así es... es mi vida... con decepciones y dolores, pero sobre todo con amigos y experiencias ganadas.