Días como hoy son los que me hacen preguntarme si realmente esto es lo que soñaba para mi, no negaré que me encanta mi trabajo, pero a veces me pregunto si a la larga vale la pena tener que cuidarme constantemente la espalda de aquellos a quienes llamo compañeros... Usualmente lo veo como algo normal, pero hoy se me colma la paciencia, sobre todo porque la causa de mi disgusto es alguien a quien yo decía defender, y quien se dío la vuelta y me dio una cuchillada por la espalda.

¿Vale la pena?, Tener que aguantar con paciencia los regaños, y los insultos... tener que tragarme las ganas de llorar, de gritar y de mandar todo a la mierda para no parecer hormonal y "típicamente femenina"...

O que los que se dicen mis amigos se escuden en que soy mujer para mirarme con suficiencia y quieran tomar decisiones por mi...

Estoy harta, cansada, enojada, a punto de que mi paciencia termine, y decirles a todos que se vayan al carajo...  (me gustaría saber si un hombre tiene estos retos, o si tiene que justificar ante los demás su justo enojo), pero no lo haré, debo ser madura, pues con perder la cabeza nada se gana, debo ser inteligente y buscar la manera... de hacer lo que debo hacer sin malas palabras de por medio...