En lo
personal mi crisis empezó en el 2015, cuando me diagnosticaron cáncer y tuve
que dejar un trabajo que amaba por la imposibilidad de continuar con mi trabajo
y seguir con mi tratamiento médico… Fue una decisión difícil, pero me llevo a
un terreno inexplorado, pero apasionante: La Comunicación.
En el año
2017 mi mamá murió, y con ello perdí todo lo que había sido mi vida durante 27
años… Al perder mi trabajo aproveché la oportunidad de especializarme encomunicación para ONGS, y aunque no pude conseguir un empleo estable seguía con
la idea de trabajar en algún organismo de la sociedad civil…
En el año
2018 Nicaragua sufrió una crisis sociopolítica y económica que provocó más de
347 mil desempleados (según datos de FUNIDES), más de 600 muertos y miles de
exiliados. Los organismos No Gubernamentales han sido también afectados con
todo esto, muchos han desaparecido y cada vez les es más difícil optar a fondos
de la cooperación.
A inicios
de este año, ante la clara evidencia de que no era posible encontrar un
trabajo, hice muchos planes para dedicarme a la comunicación, contacté con
emprendedores locales, establecí coordinaciones con dueños de restaurantes para
tener locales para capacitar gente, y me dediqué a estudiar mientras esperaba
con paciencia que las semillas plantadas dieran fruto… Más no contaba con que
la vida me tenía otro revés a la vuelta de la esquina… aunque esta vez fue algo
más global… “Una Pandemia Mundial” … Todos mis planes se fueron por el caño,
los emprendedores dejaron de pagar por publicidad, y, de repente, las reuniones
con más de 10 personas conllevaban peligro de contagio y más nicaragüenses
perdieron sus empleos, lo que significaba que había pocas o nulas posibilidades
de que un negocio pudiera sobrevivir… Aun así, me sumé a diversas iniciativas
para informar a la población (dado que en Nicaragua el gobierno oficialmente notomo en cuenta las recomendaciones de la OMS, como la cuarentena, el uso de
tapabocas, o la no aglomeración de personas), Inicié con una revista en la que
los emprendedores de la zona pudieran publicitarse de manera gratuita y apoyé
en la creación de material gráfico a pequeños emprendedores de las zonas
rurales de Madriz.
Toda la
cuarentena ha sido un vaivén de emociones empezando por la tristeza, la
impotencia y la desesperación. Me encontraba en mi momento más oscuro cuando
decidí que una ración de buñuelos de yuca me ayudaría a mirar el mundo mejor…
el único problema es que no tenía ni idea de cómo hacerlos, y no había nadie
que los vendiera… sin pensármelo, busqué un vídeo en Youtube de cómo hacerlos y
utilice mis raquíticos ahorros para comprar los ingredientes… Ese fue el inicio
de mi nueva vida… Los buñuelos fueron un éxito con mi familia, y de repente
gente que no conocía me pedía que les vendiera buñuelos de yuca, seguí
experimentando con otras recetas tradicionales, y aumente mi número de
clientes… Ahí nació Antojitos Tita.
Cada vez
que salgo a comprar los ingredientes de mis postres me siento esperanzada… Las
crisis que he vivido desde hace algunos años no han desaparecido, la situación
mundial no ha mejorado (de hecho, creo que está peor), El Huracán ETA ha
empeorado la situación de los más pobres (de hecho se calcula que parafinalizar el año 2020, 3 de cada 10 personas en Nicaragua sobreviven con menosde 3 dólares al día), se han dañado las cosechas y cientos de personas han
perdido sus casas… pero en Somoto mi pequeño pueblo de 30 mil habitantes, cuya
economía se basa en la agricultura de subsistencia y en el turismo (ambas
afectadas) se siente un ambiente dinámico, lleno de vida… dónde la gente ha
sacado a relucir sus talentos… De repente en sus calles han aparecido pequeños
letreros pegados a las puertas anunciando que se venden dulces, chupetas,
frutas, se ponen inyecciones, se reparan zapatos, se venden recargas, se hacen
piñatas, se corta pelo… y aunque no es mucho el dinero que entra, este circula
por todos lados… Facebook se ha llenado de esperanza, de llamamientos a apoyar
las iniciativas locales, y entre todos los emprendedores compartimos las
publicaciones de los demás.
Quiero ser
positiva, y pensar que aun cuando haya más pobres, y los emprendedores no
cuentan con el apoyo necesario para sacar adelante sus emprendimientos… El
futuro nos depara cosas mejores.
Debo
reconocer que ha sido una sorpresa… Nunca pensé que encontraría un hogar fuera
de las organizaciones sin fines de lucro, pero he encontrado un lugar donde,
para mí, los límites no existen.
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