Frecuentemente, al hacer uso del idioma español ya sea en forma oral o escrita, confundimos el significado de tres verbos que utilizamos indistintamente como si fueran sinónimos, a saber: poder, querer y deber.

Poder

Es la capacidad o la ocasión de ejecutar o de ser objeto de una acción, como por ejemplo = puedo manejar camiones pesados, o puedo escribir los versos más tristes esta noche, puedo enfermar si bebo de esa agua, puedes llegar a a morir o puedo asumir esa deuda, pues tengo suficiente dinero para pagarla.

Querer

Es tener la voluntad o el deseo de ejecutar una acción o de obtener algo que puede ser material o intangible, como ejemplo = Quiero estudiar ingeniería, quiero tener tu amor, quiero vivir en paz, quiero que estudies, quiero ser libre.

Deber

Es la obligación de hacer algo, ya sea por una razón moral o por una obligación contraída con alguien por ejemplo: debo cuidar mi reputación, debo volver temprano a casa,  debemos educar a nuestros hijos, debes cumplir con los preceptos de tu religión.

Pero...

...En la vida práctica no utilizamos estos verbos en su verdadero sentido y decimos: no puedo regresar a este lugar, cuando queremos decir, no deseo o no tengo obligación de regresar a este lugar. A veces decimos por ejemplo: no puedo pagar esa deuda que yo no contraje, cuando queremos decir no quiero o no debo pagar una deuda que no es mía.

Incluso aunque querer y deber a veces tienen un sentido parecido como en los ejemplos anteriores, hay una diferencia muy grande entre querer y deber, pues sucede que en ocasiones habrá cosas que debiéramos hacer pero que no queremos hacerlas y en ese caso ya querer y deber ya no tienen sentidos parecidos.