Recuerdo que cuando mi mamá estaba viva, yo usualmente no comía con ellos pues mi madre, que amaba su trabajo más que a muchas cosas en su vida, usualmente aprovechaba esos momentos familiares para hacer mini reuniones laborales, así que prefería descansar, leer, escribir y desconectar mi cabeza de la oficina... Sin embargo, desde que mi mamá murió, junto a mi hermano, nos hemos hecho el firme propósito de acompañar a nuestro padre durante los tiempos de comida, ya sea platicando, jugando escrable o simplemente estando juntos, aunque cada quien se pierda en el universo de sus teléfonos celulares.

Poco a poco, los meses pasan, el dolor que hasta hace unos meses era tan insoportable, poco a poco se está volviendo más tolerable, aunque todavía, de vez en cuando la tristeza nos visita, sin embargo,  y a diferencia de la navidad anterior, este año la esperamos con ansías...

Mi padre pasa su tiempo como jubilado pintando o escribiendo... disfrutando a sus nietas y peleando con perros y gatos... y hemos encontrado en la publicidad y el Marketing Digital un punto en común que nos ha unido más... y poco a poco, nuestras vidas se reacomodan y surgen las nuevas rutinas, que nos permiten seguir luchando.