Nunca he sido buena para los cambios, la verdad es que los odio, pero no me queda más que aceptar que las cosas cambian lo quiera uno o no, y no queda más que adaptarse a las nuevas cosas...

Hace un año no imaginaba que las cosas fueran a cambiar tanto, pensé, en mi ingenuidad, que iba a estar enferma, pero que podría continuar con mi vida de siempre, viajando cada día hasta mi amado CEAR y seguir dando clases, y compartir con los compañeros... rodearme de mis estudiantes... ya saben, cosas que siempre había dado por sentado... pero no es así, con tanto tratamiento, con tantas restricciones, con tantas medicinas, he tenido que aceptar que no era el lugar correcto para mi, así que he aceptado un cambio de puesto... y la verdad, me encanta!, sigo extrañando todo lo que tenía, pero me gusta lo que ahora tengo... lo que ahora hago... y creo que soy de utilidad.

Así que bienvenidos sean los cambios!, y si he de confesar... de hecho estoy impaciente por ver qué cosas nuevas y maravillosas habrá en mi vida de ahora en adelante...