Me confieso... soy adicta a las series de televisión, es algo así como un efecto residual a mi adicción al cine...  acaban de estrenar una serie que se llama the following con Kevin Bacon, y estaba en busca de una review del último capítulo (contrario a la mayoría, a mi me gusta saber de antemano a qué atenerme cuando veo una serie, y recrearme en ello), pues decía que andaba buscando la review del último capítulo de the following, y me tope con una reseña de la quinta temporada de true blood, y titulaban como una de los diez momentos que habían definido la quinta temporada de dicha serie, el haber descubierto que el hombre lobo tiene estrias en el trasero (usando la foto anterior como ejemplo)... debo aceptar que al ver esa fotografía en lo último que me fije fue en las estrías, porque la verdad es que Joe Manganiello tiene muchísimas otras cosas más interesantes que las estrías, (como pueden ver en la siguiente fotografía)




Después de terminar de leer esa entrada, me puse a pensar en nuestra obsesión por encontrar los mínimos defectos de la otra gente y agrandarlos hasta tamaños insospechados, y no encontraba la razón a eso, fue hasta que me di cuenta de que es un mecanismo de defensa que utilizamos para sentirnos menos imperfectos... decir por ejemplo, si, Scarleth Johanson puede ser preciosa, famosa, millonaria, ser la ex esposa de Ryan Reynolds... pero aún así tiene celulitis en las piernas... como si el sólo hecho de que sea imperfecta nos hiciera a nosotros más perfectos en comparación.

el único problema es que al utilizar esa práctica hacemos daño a los demás... cada vez que nos reimos de alguien por ser diferentes, o que le decimos en la cara: Gorda, Flaca, Fea, etc... estamos haciéndole daño a alguien por nuestra propia vanidad y necesidad de perfección... y hay algo en eso que simplemente me parece inaceptable.

Durante toda nuestra vida nos han enseñado que si no cabemos en el estereotipo creado de lo que es bello, hermoso y deseable, somos feos... a mi me tomo casi 20 años aprender a apreciar mis puntos buenos, y enfocarme en las cosas importantes...

Deberíamos de darle más valor a los valores, a los principios morales, a la forma de ser, al cariño que puede desprender una persona y no tanto en lo imperfecto de sus cuerpos... después de todo, son esas imperfecciones las que nos hacen únicos.