Se que he cometido errores en mi vida, y que muchos han sido de dimensiones catastróficas... sin embargo no estaba consciente de que me arrepentía de algo... y es que siempre he defendido la idea de que son precisamente mis errores los que me han llevado adonde estoy...

Durante mucho tiempo viví con la idea de que mi vida había sido vacía, que estaba sola .. que si sólo fuera más delgada sería feliz... que no había vivido... en fin, ustedes. ya saben, todo ese discurso auto destructivo que se da a uno mismo cuando se tiene la autoestima por los suelos.... y de eso es precisamente de lo que me arrepiento, de haber puesto mi vista en lo que no tenía, y no en lo que SI tenía... se que suena a cliché... pero bueno, qué le vamos a hacer?

Revisando mis albums de fotos me he dado cuenta de lo afortunada que he sido, de lo querida que soy... de la belleza que irradio, de todas las locas aventuras que me ha tocado vivir...

Como por ejemplo, haber montado en toros, o a pesar de mi peso haber corrido la antorcha en las fiestas patrias, conocer países, haber sido la jefa de la pandilla de huele pegas de la UCA (según una versión algo distorsionada que cuentan mis hermanos), o haber desfilado en burro por las calles de Somoto, porque a mi padre le pareció más pintoresco que la chavala X Aniversario de la Revolución Sandinista fuera en un burro y no en una carroza... haberme tirado en canopy sólo para demostrar que las mujeres somos valientes, o haberme roto la boca al bajar una cuesta en bicicleta sin usar las manos en el Timón porque quería ganarme un beso...

Miro las fotos de mi niñez y me pregunto qué fue lo que paso con esa niña que no le temía a nada, qué paso con esa alumna ejemplar que no quizó terminar su carrera sólo porque todos le decían que lo hiciera.

Sigo siendo yo... aún con todos los errores cometidos, y ahora me doy cuenta que le debo a la niña que fui, ser la mejor mujer que pueda ser.