Toda mi vida pensé que había luchado contra los estereotipos como ese, de sentirme la princesa desvalida que espera ansiosa a que aparezca un príncipe para ser feliz...
Hace Exactamente un año y 6 meses lo conocí, y cometí la equivocación de no ver lo que era, sino en lo que se podría convertir, y decidí ser yo, no la que lo transformara, porque se que uno no puede cambiar a las personas, pero si pensé que al ser yo quien soy, al apoyarlo, el tomaría la decisión de ser quien podría ser....
No sólo no cambio por su propia voluntad, si no que me vi envuelta en situaciones que no debería por apoyarlo en las buenas y en las malas...
La lección que he sacado de todo esto.... Que el que es rana hoy, será una rana siempre, no un príncipe azul, esos cambios sólo pasan en los cuentos de hadas...
2 Comments
¡No lo puedo creer! Definitivamente tenés razón cuando decís que Nicaragua es un país de casualidades.
ResponderEliminarSoy un nica nacido en Colombia que hace poco se dio su gira por la tierra de lagos y volcanes. Estuve allí visitando a mi familia... y pasando el dolor de una relación que terminó justamente porque creí que la rana que era mi novia se convertiría en princesa. Pero ninguno de los besos que le di funcionó.
¡Qué jodida parece la vida a veces!
Te entiendo perfectamente Anónimo... a mi me acaba de pasar lo mismo, yo creo que a veces nosotros esperamos que la persona sea como nosotros queremos que sea, y no nos damos cuenta de cómo realmente son...
ResponderEliminarEspero que estes mejor :oD
Publicar un comentario