Desde hace muchísimo tiempo me he propuesto dejarme crecer el pelo, y más tarde o más temprano (muchas veces más temprano de lo que quisiera), sucumbia al calor y con una tijera yo misma me cortaba el pelo.... siempre lo interprete como una muestra de mi individualidad e independencia, de mi deseo de libertad... usualmente me lo corto sin necesidad de dar razones, o de poner excusas, lo hago porque es algo que quiero hacer...

pero de la noche a la mañana, me he dado cuenta de que las cosas han cambiado y mi pelo ya no es solo mi pelo... de repente se ha convertido en algo más...  ya que son esos detalles los que le dicen a los demás que las cosas van bien y yo no me he dado por vencido... es un testimonio de mi deseo de no darme por vencido, se ha convertido en el termómetro de mi misma, de mi actitud ante la vida, y me encuentro buscando excusas para cortarlo, y francamente no las encuentro... así que contrario a lo que mi naturaleza me dicta, he decidido que mientras lo pueda hacer, dejare mi pelo tal y como está...