Hace más o menos 10 meses que estaba sin cámara, y me había negado a comprar una porque total... las cosas materiales se pierden, se las roban o se dañan... etc... tantas variables que hay que tener en cuenta... y francamente  aquí entre nos, me daba pereza el sólo pensar en buscar una cámara... me daba no se qué pensar en todo el tiempo que invertiría en buscar una que me gustara para que algún día se fuera de mi vida, y fue ahí, cuando me di cuenta de que esta bien no apegarse a las cosas materiales, pero que tal como con el amor... el sólo hecho de saber que algún día se va a perder, no debería hacernos tomar la decisión de vivir sin él.

Así que me decidí, y me he comprado la cámara de mis sueños... y no es a prueba de agua o de polvo o de golpes... pero es la que yo quería, frágil y perfecta, etérea y temporal... pero es lo que me hace feliz en este momento.