Mi vida reciente se divide en dos, antes del 23 de Julio y Ahora… y no es que me haya agarrado del todo porsorpresa, pero me negaba a creer que era posible que mi madre, en algún momento no estuviera conmigo, Fue el 7 de Diciembre del año pasado, el día en que el doctor del hospital militar nos dio la noticia de que mi madre tenía cáncer Enel hígado en nivel 3, que tuve la paralizante sensación de que no íbamos a estar juntas por siempre, aun así, nos esforzamos porque mis sobrinas, y mi hija tuvieran una buena navidad, una navidad para recordar.


No voy a decir que mi relación con mi madre era perfecta, pero si sabíamos que por sobre todas las cosas, a pesar de los disgustos y diferencias normales de madre e hija, íbamos a estar ahí para la otra, sin dudarlo.

Soy una hija de Mamá, a mucho orgullo, y quizá eso sea lo que más extrañe, el hecho de que ella siempre estaba ahí para mostrar orgullosa mis hazañas, como la vez que me pidieron hacer un afiche para el día de Japón en el INPRHU (la que iba a ser una actividad interna), y ella se sintió tan orgullosa con el resultado que lo envío a todos los periodistas y organismos amigos y hubo que cambiar la agenda para poder recibir a toda la gente de fuera…

Mi madre era mi modelo que seguir, la persona en quien deseo convertirme algún día… y he aquí las cosas que aprendí de ella:

1.     A amar sobre todas las cosas a mi prójimo, y no como algo abstracto que uno dice por compromiso al ir a la iglesia, más como una convicción de que el amor es lo más importante.
2.     La Prudencia, saber que todo tiene un momento y un lugar, y debemos actuar acorde a ello.
3.     La Pertinencia, tener siempre la palabra precisa en el justo momento.
4.     A Escuchar, no juzgaba a las personas sin haberlas escuchado antes, y en ella podían encontrar una amiga con quien contar.
5.     A no vivir en el pasado.
6.     A ser fuerte ante las adversidades.
7.     A confiar en mí misma, como ella creía en mí.
8.     A que el mayor tesoro al que puedo aspirar es la amistad y no tanto el dinero.
9.     A respetar la naturaleza y a todos los seres vivos….

Pero sobre todas las cosas, mi madre me enseñó a amar la vida con pasión, después de todo esa es la receta para vivir una vida plena hasta el final.

Pero aún ahora, cuando su ausencia es palpable, tengo la certeza de que ella siempre vivirá en mí y en la gente que la amo cuando estaba viva.

¡Viva por siempre Gladys Cáceres!, aquella a quien yo tengo el orgullo de llamar Mamá.