¿En busca de ser diferentes a los demás, y de vender experiencias (no sólo productos), estamos mal acostumbrando a nuestros clientes?
Dado que no se veía mal, me decidí a vender mi rompope en botella de plástico, priorizando darle a mis clientes un buen producto a un precio menor... Sin embargo hay postres que he optado por no vender debido al costo del empaque...
No digo, que la presentación no sea importante, y que una pequeña nota a mano agradeciendo la compra no haga la gran diferencia... pero siento que a veces exageran.... Mi sobrina compró unos accesorios para el pelo (creo que eran prensa pelos, colas, etc.), todo de tela, que venían en una bolsita de tela, protegida por papel con el logo del emprendimiento, sellada con una calcomanía personalizada, dentro de una caja de cartón, en la cual, además se incluían una nota a mano de la emprendedora, calcomanías de regalo, papel picado de colores, la caja venía sellada con una calcomanía personalizada, dentro de una bolsa con la dirección de entrega... Todo hermoso, pero una vez desempacado el producto, casi todo eso se fue a la basura (incluyendo las calcomanías)... De propia experiencia sé lo que cuesta todo eso, y me pregunto, ¿Vale la pena hacer ese gasto?, o estamos mal acostumbrando a los clientes que esperan que las pequeñas empresas nacientes (y que son las que cuentan con menos recursos) inviertan sus ganancias en todo eso, que a la larga va a la basura, en lugar de invertir en mejores insumos, o en herramientas de trabajo...
¿O es que yo simplemente no estoy en la onda?
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